lunes, 15 de junio de 2009

La tarima seductora

Aunque sólo caí una vez en ese poder seductor que confiere la tarima a quien la posee aunque sea por un momento, todavía recuerdo la intensidad de ese poder y comprendo que siga teniendo tanto éxito.

Era un profesor de derecho, alto y fornido, ni guapo ni feo, de esas personas que te cruzas por la calle y no llaman tu atención por nada en concreto. Ya el primer día de clase arrasó; nos tenía a todas embobadas, embelesadas, atontadas y aleladas escuchándole. No decía nada interesante e incluso su tono era bastante monótono. Hablaba sobre las fuentes del derecho y esas cosas y todas le admirábamos ya desde esa primera clase. La verdad es que no me fije si a alguno de los compañeros le pasó lo mismo, pero en todo caso los comentarios que llegaron hasta mi sobre el “atractivo profesor” se produjeron entre las mujeres de clase.

Intenté mantenerme alejada de esas ondas seductoras que hasta podían palparse, pero no pude y caí a cuatro patas. Durante los descansos, me recitaba poesía al oído y murmuraba cosas que en aquel momento me parecían genialidades. Sentía las miradas envidiosillas de mis compañeras y escuchaba el murmullo de sus cotilleos… Ahí estaba yo, totalmente seducida por el señor que subía a la tarima cada tarde y soltaba su larga y tediosa teoría sobre derecho. Duró poco el encantamiento y empecé a observarle atentamente. En momentos en los que él no sabía de mi presencia, escuché como recitaba la misma poesía a otra de las alumnas y los murmullos de las mayores chorradas dichas al oído que podáis imaginar (lo que seguramente estaba siendo interpretado como una genialidad). Ni tan siquiera se molestaba en aprenderse otra poesía!!! y tampoco cambiaba el contenido de los murmullos acariciantes!!!

Fue divertido el período de observación del “atractivo profesor” en acción. Desde entonces, cuando alguien durante una conferencia, curso, debate, seminario… comenta algo así como: “este tipo no es guapo, pero tiene algo ¿verdad?, a mi me resulta de lo más atractivo”, no puedo evitar un sonrisa y mirar hacia la tarima donde está subido el personaje en cuestión.

Creo que la tarima del profe o del ponente, es una poderosa arma de seducción y lo más curioso es que muchas de las veces el profe o ponente no ha hecho absolutamente nada para fomentar ese hecho (no es el caso del profe de derecho, que ese tipo sabía utilizar perfectamente ese poder y lo hacía a conciencia). Somos los oyentes y alumnos los que en algún momento hemos elevado a los cielos a personas que sin esa “tarima” hubiesen pasado por nuestras vidas sin pena ni gloria…Ni chicha ni limoná, vamos!

Ya hace algunos añitos de mi “cuelgue efímero” por el profe pero os aseguro que para mi fue un aprendizaje de vital importancia. Y no es porque desde entonces me resulten poco atractivos los profes o conferenciantes, ni tampoco porque para seducirme haga falta algo más que saber latín y griego, es porque aprendí que cualquier persona, por muy intelectual (o hipotéticamente intelectual que sea), por muchos conocimientos que tenga sobre uno o varios temas, por muchos libros que haya leído o escrito o por muchos años de estudio, no deja de ser una persona más … que tal vez me resulte ingeniosa, tediosa, genial, absurda, divertida, aburrida, atractiva o repulsiva. No sé como resultará, pero parto de la premisa de que eso es algo que está por descubrir aunque esté subida en la tarima más alta del Aula Magna de la mejor facultad del país.

8 comentarios:

  1. Quien más, quien menos alguna vez se ha sentido atraído por un/a profesor/a, sobre todo de pequeñitos. Luego uno crece, y supongo que lo que se siente por los de la tarima es admiración, fácilmente confundible con atracción o quizá algo mayor.

    Básicamente debe ser algo como los ídolos musicales de los quinceañeros, sólo que sin chillar desde abajo del estrado :P

    ResponderEliminar
  2. Serán esos los rudimentos de la erótica de poder?
    Oye, q bonito has dejao esto!;)

    ResponderEliminar
  3. Menuda cambio a dado el Blog. Me encanta.

    Saludos!

    ResponderEliminar
  4. ¡ Andá ! otra que está de reformas.
    Estoy de acuerdo con Sara en que has dejado esto muy bonito. Vaya plantilla chula que has elegido, nena.

    Respecto al tema del post, menuda coincidencia.
    Yo también recuerdo a un profe de Derecho que nos tenía a todas robado el corazón.Pero era a todas, claro está. Y el caso es que hacer alarde de todo ese despliegue de medios que usaba para seducir, funcionó, al menos para que se nos quedara en la memoria alguna de las cosas que decía, aunque sólo fuera por tratar de hacernos notar, porque se enterara de que éramos muy listas y estábamos atentas a lo que nos explicaba . Aún recuerdo ( y mira que ya ha llovido desde entonces) las fuentes del Derecho como si fuera ahora: la ley, la costumbre, la jurisprudencia.. jajajaja

    Pero como decía, ha llovido mucho desde entonces, y la verdad es que a mí hoy ni me impresionan las tarimas, ni los aprendices de Don Juan. Se les ve el plumero enseguida.

    ResponderEliminar
  5. Siempre me atrapan los intelectuales.... hasta una vez me colgé de un profe de alemán.... “cuelgue efímero” duró lo que el curso.... pero les aseguro que para mi fue un aprendizaje de vital importancia. Y no es porque desde entonces me resulten poco atractivos los profes ...no.... ni tampoco porque para seducirme haga falta algo más que francés o griego, es porque aprendí que cualquier persona, por muy intelectual (o hipotéticamente intelectual que sea), por muchos conocimientos que tenga sobre uno o varios temas, por muchos libros que haya leído o escrito o por muchos años de estudio, no deja de ser una persona más … que tal vez me resulte ingeniosa, tediosa, genial, absurda, divertida, aburrida, atractiva o repulsiva. No sé como resultará, pero parto de la premisa de que eso es algo que está por descubrir aunque esté subida en la tarima de la Universidad , en la tele, en Internet.....Una persona mas....

    Me ha gustado tanto... que te voy a dar dos euros...Tessa.... inspirada por Abril... (te he plagiado..lo sepas)... Un abrazo!! Me encanta el papel arrugadito...

    ResponderEliminar
  6. Arama parece que los profes de derecho van un poco "derechitos", no? jejeje
    Gracias Sara, está bonico bonico...
    Eduka un saludo!
    Tessa eres una plagiona de cuidao eh! pero me gusta muuuuuchooooo que me plagies, aunque sea en arrugao!
    Manu que decepción, pensaba que solo había habido una educadora en tu vida...juerrr

    Petonetssss

    ResponderEliminar
  7. Hola, Abril...

    Antes que nada, decirte que me gusta la nueva apariencia del blog, te ha quedado tremendamente bonito.

    En cuanto a la tarima... no se, a mí me parece que quien mejor sabe utilizar la tarima con Wpoderes magnéticos" como los que describes es, justamente, el que está interesado en que los que no están subidos a ella lleguen a estarlo... metafóricamente.

    En cuanto al enlace... tengo abandonados mis territorios y probablemente los revitalice cualquier día de estos. Prometo avisar, en cuanto llegue el momento. hasta ese día, intentaré dejarme caer más por aquí. Merece la pena.

    Un beso fuerte.

    ResponderEliminar
  8. Esperaré y acudiré rauda y veloz!..a esos territorios de "un viejo educador social" :-)

    Un beso!

    ResponderEliminar